A 107 años de la Matanza de la Escuela Santa María de
Iquique - Alternativa Obrera
MATANZA ESCUELA SANTA MARÍA
El sábado 20 de Diciembre llevaremos a cabo desde AO la actividad en conmemoración de los 107 años de la Matanza de la Escuela Santa María de Iquique. valor de 1000 pesos e incluye un plato único de comida.
Esta conmemoración tendrá lugar en la sede del Sindicato Nacional N° 1 de Trabajadores Embotelladora Andina S.A, ubicado en calle Euclides #1324, San Miguel, desde las 13:00 hrs. y consistirá en un almuerzo compartir entre los asistentes diferentes experiencias de organización y luchas de la clase obrera y contara con exposiciones audio-visuales sobre la lucha de los obreros del salitre, palabras de la directora del Museo Obrero Luis Emilio Recabarren Dolores Mujica, música u otros números artísticos
Santa María de Iquique» redirige aquí. Para la obra
musical, véase Cantata de Santa María de Iquique.
Matanza de la Escuela Santa María de Iquique
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Escuela Domingo Santa María de Iquique, hacia 1907. |
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Lugar
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Blanco(s)
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Escuela Domingo Santa María
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Fecha
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Tipo de ataque
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Arma(s)
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Ametralladoras
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Muertos
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Entre 2200 y 3600
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Heridos
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Indeterminado
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Perpetrador(es)
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Motivo
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Acabar con el movimiento obrero
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La Masacre de la Escuela Santa María de Iquique fue
una matanza de trabajadores del salitre cometida
en Chile el
21 de diciembre de 1907. Más de 2.000 personas de diversas nacionalidades que
se encontraban en huelga general fueron asesinadas por el Ejército mientras
se alojaban en la Escuela Domingo Santa María del
puerto de Iquique.
La tragedia acaeció en la época del auge de la producción
salitrera en Antofagasta y Tarapacá, bajo los gobiernos parlamentarios. La
huelga, provocada por las míseras condiciones de trabajo y la explotación de
los obreros, fue reprimida por medio del indiscriminado uso de la fuerza armada
por parte del gobierno del presidente Pedro
Montt.
El general Roberto Silva Renard, comandando las unidades
militares bajo instrucciones del ministro del interior Rafael Sotomayor Gaete, ordenó reprimir las
protestas, matando a los trabajadores junto con sus familias y dando un trato
especialmente duro a los sobrevivientes.
Habrían sido asesinados entre 2200 y 3600 personas,1 2 3 donde
se estima que un alto número no determinado, eran peruanos y bolivianos quienes
a pesar del pedido de sus cónsules se negaron a abandonar el movimiento.4
PINCHE ESTE LINK
A principios del siglo XX, la cuestión social en la
región de Tarapacá empezó a manifestarse en el malestar de los obreros de las
oficinas salitreras, que en distintas peticiones reclamaban al Gobierno de
Santiago atención y mejoras en sus condiciones de vida y laborales,
las cuales eran deplorables.
MATANZA de la ESCUELA DOMINGO SANTA MARÍA
www.iquiquetv.cl: Video Resumen del programa MASACRE DE LA
ESCUELA DOMINGO SANTA MARÍA. Con el deseo de conseguir mejoras en sus
deplorables condiciones laborales y de vida, los obreros de las oficinas
salitreras de Tarapacá, en diciembre de 1907 pararon todas sus actividades en
las faenas dando origen a la mayor huelga de trabajadores que haya visto la
región hasta el día de hoy.
En Iquique, hasta donde llegaron para negociar el pliego de peticiones con los dueños de las oficinas salitreras, fueron alojados en la antigua Escuela Domingo Santa Maria.
El 21 de diciembre de 1907, el gobierno de aquél entonces, bajo la presidencia de Pedro Montt, ordenó poner fin a la huelga, decisión que costó la vida de cientos de hombres, mujeres y niño; hecho que se dio a conocer como la Matanza de la Escuela Santa María.
En Iquique, hasta donde llegaron para negociar el pliego de peticiones con los dueños de las oficinas salitreras, fueron alojados en la antigua Escuela Domingo Santa Maria.
El 21 de diciembre de 1907, el gobierno de aquél entonces, bajo la presidencia de Pedro Montt, ordenó poner fin a la huelga, decisión que costó la vida de cientos de hombres, mujeres y niño; hecho que se dio a conocer como la Matanza de la Escuela Santa María.
Complementos
- consecuencias
- cultura
obrera
- demandas
- difusión
- expresión
estética
- Huelga de la
carne
- Masacre
- singularidad
- tema de
estudio
Otros temas relacionados
- El movimiento
obrero (1909-1953)
- Iquique
(1556-2004)
- La cuestión
social en Chile (1880-1920)
- La industria
salitrera (1880-1930)
- Primeros
movimientos sociales chilenos (1890-1920)
- Valparaíso
(1820-1920)
Conflicto del Beagle - Chile Argentina 1978
Se conoce como Conflicto del Beagle al
desacuerdo entre la República Argentina y la República de Chile sobre
la determinación de la traza de la boca oriental del canal
Beagle, que afectaba la soberanía de
las islas ubicadas dentro y al sur del canal, y al este del meridiano del cabo
de Hornos y sus espacios marítimos adyacentes.
Los primeros antecedentes del conflicto datan de 1888, siete años
después de la firma del Tratado de Límites, y en
1901 apareció el primer mapa argentino en el que algunas de las islas en
cuestión fueron dibujadas bajo soberanía argentina. A pesar del pequeño tamaño
de las islas, su valor estratégico entre los océanos Atlántico y Pacífico originó un largo conflicto entre
ambos estados sudamericanos durante gran parte del siglo XX.
El conflicto se centró en la disputa por la soberanía de las
islas e islotes íntegramente ubicados en el llamado «martillo del laudo», un
polígono definido en el Compromiso de
Arbitraje que ambos países firmaron en 1971, en el que se hallan
ubicadas las islas Picton, Nueva, Lennox, Gratil, Augustus, Snipe, Becasses, Gable y
otros islotes. Se acordó someter la resolución de la disputa a la decisión de
una corte arbitral que debía dar a conocer su fallo al gobierno del Reino
Unido, que era el árbitro formal.
El laudo arbitral pronunciado en 1977
otorgó aguas navegables en el canal Beagle a ambos países y la mayor parte de
las islas y de los derechos oceánicos generados por ellas a Chile. El gobierno militar argentino rechazó
el fallo declarándolo «insanablemente nulo». Luego reactivó sus reclamaciones
hasta el cabo de Hornos, incluyendo en la disputa a parte de las islas
Wollaston y de las islas
Hermite (Evout, Barnevelt, Freycinet, Terhalten, Sesambre, Deceit e
islotes adyacentes) y la parte oriental de la isla
de Hornos,1 2 poniendo
a ambos países al borde de una guerra.
El conflicto llegó a su punto culminante el 22 de diciembre
de 1978 cuando las Fuerzas Armadas de Argentina se
dispusieron a ocupar las islas en disputa. La intervención del papa Juan
Pablo II evitó la guerra y condujo una mediación que llevó a la firma
del Tratado de Paz y
Amistad el 29 de noviembre de 1984, que solucionó el conflicto tras
más de dos tercios de siglo de disputa. Tras una consulta popular, el gobierno
argentino ratificó el tratado, al igual que el gobierno chileno.
En él se reconoce tácitamente la frontera trazada por el
laudo arbitral en el canal Beagle que otorga las islas en la mitad norte del canal
a la Argentina, y las islas en la mitad sur a Chile. Además el tratado fija un
límite marítimo que reconoce a Chile sin nombrarlas todas las islas con costa
atlántica hacia el sur y sudeste hasta el Cabo
de Hornos. Otorgó, además, derechos de navegación a ambos países en casi
toda la zona. Asimismo, concedió a la Argentina la mayor parte de la Zona
Económica Exclusiva proyectada hacia el Atlántico, al sureste del meridiano del
Cabo de Hornos, y a Chile la totalidad de la plataforma continental de las
islas y la mayor parte de la Zona Económica Exclusiva proyectada hacia el
Atlántico al noreste del mismo meridiano.
Índice
[ocultar]
- 1Antecedentes
- 2Desde
1856 hasta 1971
- 2.1La
interpretación inicial del Tratado de 1881
- 2.2Comienzo
de la disputa
- 2.3Los
intentos de solución y los incidentes
- 2.4Rumbo
al arbitraje
- 3El
Laudo Arbitral de 1977
- 4Incremento
de la presión militar argentina
- 5Los
preparativos de defensa de Chile
- 61978,
el año de las negociaciones directas
- 6.1Las
alternativas de solución
- 6.1.11.
La negociación directa
- 6.1.22.
El servicio de un mediador
- 6.1.33.
Un tribunal internacional
- 6.1.44.
La guerra
- 6.2La
política interna
- 6.3El
impacto internacional
- 6.4Las
relaciones intrarregionales
- 6.5Operación
Soberanía
- 7Desde
1979 hasta 1984: la mediación papal
- 7.1La
guerra de las Malvinas
- 7.2El
gobierno militar chileno en 1982
- 7.3La
consulta popular no vinculante de Argentina en 1984
- 8Desarrollo
previo
- 9El
Tratado de Paz y Amistad de noviembre de 1984
- 10Las
consecuencias de la crisis
- 11Véase
también
- 12Referencias
- 13Enlaces
externos
Videla revela detalles de negociaciones con Pinochet por
conflicto del Beagle
“Estuvimos en guerra con Chile; si hubiéramos insistido,
todavía hoy estaríamos peleando y llorando”. Desde la cárcel federal de Campo
de Mayo, donde cumple cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad, el ex
dictador argentino Jorge Rafael Videla recuerda así la tensión vivida en 1978
por el conflicto del Canal Beagle con Chile. El testimonio del ex gobernante
argentino (1976-1981) forma parte del recién publicado libro Disposición
Final, del periodista Ceferino Reato, quien dedica casi un capítulo completo
a ese episodio que culminó con la mediación del Papa Juan Pablo II.
El 2 de mayo de 1977 se conoció oficialmente el laudo
arbitral de la Corona británica, que otorgó a Chile las tres pequeñas islas en
disputa con Argentina: Lennox, Nueva y Picton. Este episodio hizo que las
relaciones entre ambos países se deterioraran vertiginosamente entre mayo de
1977 y diciembre de 1978.
A comienzos de este último año tuvieron lugar dos reuniones
reservadas entre Videla y Augusto Pinochet. La primera en la base aérea
mendocina de El Plumerillo, el 18 de enero, y la segunda en Puerto Montt, el 20
de febrero. El gobernante argentino afirma que fue su par chileno quien pidió
el primer encuentro. “Fue una reunión a solas, él y yo, nadie más. Pinochet
comenzó dramatizando sobre la posibilidad de una guerra entre dos países que,
dijo, tenían todo para ser complementarios. Yo le contesté que tampoco nosotros
queríamos la guerra y que el rechazo del laudo apuntaba a crear las condiciones
políticas para llegar a una solución pacífica, negociada. En un momento,
Pinochet se levanta y va hasta un mapa que estaba colgado en una pared; vuelve
y hace un croquis, traza una línea y me lo muestra: ‘¿Qué le parece?’. ‘Me
parece interesante’, le dije. Es que la línea era de norte a sur y partía a dos
de las islas, Evout y Barnevelt, la mitad del oeste para Chile y la mitad del
este para nosotros. Repartía esos dos territorios. Era un avance, porque
impedía que Chile tuviera proyección hacia el Atlántico. Agregué: ‘En
principio, me gusta por la dirección norte a sur, pero ¿cómo seguiría esta
línea, cuál sería el comienzo y cuál sería el final?’. ‘No avancemos, por ahora
estas dos islas’, me contestó”. Paralelamente, negociadores de ambos países
acordaron la creación de una comisión para intentar un acuerdo, que sería
ratificada con la firma de un documento bilateral en Puerto Montt.
Videla viajó a Chile “muy confiado”, pero se encontró con
que Pinochet “había cambiado de idea”, sostiene el libro. El ex dictador
argentino recuerda así el episodio: “Lo primero que me dijo fue: ‘El dibujo ése
que yo le entregué y que firmamos los dos no va más. La Junta no lo acepta.
Olvídese’. Me pareció un gran mentiroso porque el poder en Chile era él, la
Junta no contaba. Y me informó que había alterado el programa del acto”.
“(Pinochet) me planteó un problema: ¿Qué hacer? ¿Retirarme
al frente de mi delegación y romper la posibilidad de una negociación que, más
allá de ese discurso inesperado, había quedado plasmada en el documento
firmado? Opté por una respuesta de circunstancia sobre la hermandad entre ambos
países, la complementariedad comercial... Me pareció lo mejor: no quise romper
todo. La comisión que me acompañaba se enojó conmigo; consideró ese discurso
como una aflojada. Acá (en Argentina) también cayó muy mal: los comandantes se
sintieron todos ‘halcones’”, sostuvo Videla.
El entredicho aceleró la escalada bélica. Videla asegura que
“estuvimos en guerra”. De acuerdo con el libro, a fines de 1978 la flota naval
argentina ya navegaba hacia el Océano Pacífico, los aviones habían cambiado sus
bases, patrullas del Ejército “operaban en territorio chileno” e, incluso, se
había dispuesto el traslado en tren de miles de féretros. “Hubo un Día D, Hora
H; ya habían sido determinados. La invasión sería el sábado 23 de diciembre. No
queríamos que coincidiera con la Navidad”, dice el ex dictador.
Según el libro, el general Luciano Menéndez, jefe del Tercer
Cuerpo, “sería la punta de lanza de una operación para partir por la mitad a
Chile”. El “Cachorro” era el más convencido de una rápida victoria. “Estaba
obnubilado con Chile, quería la guerra a todo precio. Pensaba que sería un
paseo militar, y decía: ‘Salimos a las 5 de la mañana y a las 5 de la tarde
estamos tomando el té con las chilenas en Valparaíso’”, recuerda Videla.
El 21 de diciembre de 1978, en la cuenta regresiva para el
inicio del conflicto, un funcionario de la Cancillería interrumpió una reunión
entre Videla y los tres miembros de la Junta Militar. Traía un telegrama en el
cual Juan Pablo II ofrecía el envío de “un emisario” para intentar una
mediación. “¿Cómo llega ahora esta propuesta cuando la guerra ya está en
marcha?”, dijo el almirante Armando Lambruschini. “Las órdenes ya fueron dadas,
no podemos volver atrás”, lo respaldó el brigadier Orlando Agosti. El general
Roberto Viola también se mostró molesto, pero menos que sus colegas.
“Dejé en claro cuál era mi opinión: una respuesta favorable
al ofrecimiento del Papa, y di a entender que si decidían otra cosa, yo no
seguía”, sostuvo Videla. “Finalicé con una frase que no me olvido: ‘Todo
esfuerzo es poco con tal de no ir a la guerra’”, agregó.
“A la mañana del día siguiente, el viernes 22 de diciembre,
los tres comandantes , con total desagrado, me dijeron que aceptaban la
propuesta del Papa”, relató Videla. “Si de algo estoy conforme, fue de no haber
ido a la guerra con Chile. De eso, me felicito todas las noches”, señaló.
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En el libro “Disposición Final”, Videla dice que su gobierno había decidido atacar a Chile el sábado 23 de diciembre” de 1978.
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